A sus 94 años de edad Doña Pearl, vecina de Matina en la provincia de Limón, ha logrado mantener un sentido del humor a pesar de su difícil condición de salud, al padecer de cataratas en sus ojos, desgaste en ambas rodillas, presión alta, e hipertensión aún logra compartir con su hijo y sus 10 nietos que cuidan de ella. Ellos aportan con lo que pueden a su hogar, reciben una pensión complementaria de parte de La Caja Costarricense del Seguro Social. A pesar de vivir el día a día con múltiples síntomas como dolor en sus manos al sujetar cosas, pérdida de audición y dolor de garganta, ha logrado salir adelante. Ha sido una mujer de fé que sabía que Dios no la olvidaría.
CUANDO RECIBIO LA SILLA DE RUEDAS, AGRADECIA A DIOS